Fue gracias a Nuria que quiso regalarles una sesión de premamá a su hermana Raquel a su cuñado Emilio, lo que no sabía yo es que el regalo iba a ser para mí con la tarde que pasamos.
Tuvimos que preparar todo rápido porque el pequeño Hugo quería salir ya y por supuesto con la mayor discreción para no levantar sospecha. Nos hicimos con unas pinturas corporales que sacaron al artista que había dentro de Emilio y es que no sólo pintó la barriga de Hugo si no que se pintó a si mismo (¡y del revés!).
El resto de la tarde fue como quedar con amigos en un parque y que uno lleve la cámara, porque me lo pusieron tan fácil que todo salió muy natural y muy divertido ¿no os lo creéis? Mirad las fotos y lo comprobáis vosotros mismos 😉
Facebook Comments